Es inmediata la sensación a cantina, pasas del impersonal y gris ruido de la calle, al multicolorido barullo, saturado de charlas, de risas y de la rockola, que estallaba en una salsa pegajosa en voz de Celia Cruz, -- ¨ Ehe pejcado esta salao, saladito, riquito —ta -- ran -- tan¨ ---, y acompañando al ritmo de ese son, la mesera, con ese sabor costeño y pícaro….
Aun recuerdo ese lugarcito, al que regrese un par de veces, fue agradable y así di con él, la primera vez…comentaba ...¨El Arki¨.