domingo, 13 de abril de 2014

La cerveza Trappist de Bélgica. Deliciosa









No se si sea la mejor; pero de las que conozco, si lo és. La primera vez que le probé, rondaba los 16 años y en mi estancia por Bélgica (2 meses). era el deleite de los conocedores locales. 



Su sabor es delicioso. pero la recuerdo de  ese tiempo. sobretodo,  por su alta concentración de alcohol, que fue causa de una pequeña broma a un Mexicano, que conocimos en las calles de Brujas, nuestro compatriota ingenuamente accedió a que le invitásemos a beber algo de cerveza; se tomó cuatro y ya estaba hablando flamenco, (según él).

Ultimamente busque el delicioso brebaje y tuve mucha suerte, pues  le encontré sin dificultad.



Recuerdo haberle tomado (una de varias veces), pero en especifico, una vez en el puerto de Ostende Bélgica, que tiene mucha afluencia de embarcaciones y flujo de gente de Dover Inglaterra. El recuerdo particular, fue haberle degustado como bebida acompañando una cacerola repleta de mejillones; una deliciosa experiencia a mi paladar, cuya memoria me pidió recrear ese sabor y ya ahora, con mayor gusto por deleitar a mi gusto, le exploré con otras combinaciones; las más favorables: Sierra ahumada acompañada por la obscura cerveza trappistein bier. Pausadamente, como entremés, éste pescado, que por lo regular se sirve  frió,  le ahuman y deliciosamente los trozos son lavados en la boca, con la trappist. 



La otra deliciosa experiencia, fue con salchicha polaca (mezcla de puerco, res y pollo) con un sabor también ahumado y acompañada de papa o chucrut (col agria).

La  cerveza Trappist, en su mayoría es producida en Bélgica y siempre, bajo el estricto control de los monjes Trappist en sus instalaciones, solamente así, es posible producirle.




"Umami", el quinto sabor



El común de nosotros conoce, o más bien identifica 4 sabores: Dulce, salado, acido y amargo, pero  el científico de la universidad de Tokyo,  Kikunae Ikeda, determinó en 1908, que existe un quinto sabor: el Umami.

El Umami es ese sabor que perdura en el centro de la lengua, característico de las sopas chinas. Ese sabor se debe al glutamato y se encuentre de manera natural en alimentos como: el hongo, el jitomate, la carne curada, pescados, mariscos y vegetales, entre muchos otros.

En 2001, el Biologo de la universidad de Califormia Charles Zuker, encontró gustativos receptores en la lengua, en especifico, para el Umami, justo en el centro de la misma.




Según expone Zuker, para que un sabor sea denominado como tal, debe tener ciertas características: ser percibido a través de la lengua, tener receptores específicos, células que transmitan esa información a las neuronas y una localización puntual en el córtex del cerebro. De esta forma, finalmente quien interpreta la experiencia sensorial es la cabeza y no la lengua.

Por esta razón también, es que Zuker terminó con las dudas acerca de que si el  umami era o no un sabor. “Nuestro trabajo demostró que éste es un propio sabor, porque tiene su tipo específico de célula en la lengua que lo detecta, así como su propia clase de receptor que le reconoce. Y además, en el cerebro existe una región específica que se dedica a reaccionar al umami y no a otros sabores”.

El umami, compuesto por moléculas de ácido L-glutámico y sus derivados, así como otros aminoácidos y péptidos, es posible encontrarlo en algunas algas, salsa de soja, caldos, anchoas, queso parmesano y otros alimentos, especialmente, contenidos en la comida china y japonesa.  




Pero lo interesante es que, según Zuker existen más sabores que no se les ha designado como tales: El fat o graso, como en la mantequilla y el sabor ferroso, como cuando una moneda la pones en la lengua. 

Mi pregunta ¿El chile o lo picoso, es un sabor?

Sibaritis.com


Fuentes:


Jabugo y sus jamones





Jabugo es un pequeño municipio español, en la provincia de Huelva, AndalucíaEn el corazón de la Sierra de Aracena se encuentra Jabugo, un pequeño pueblo salpicado de castaños y encinas.



Un pueblo reservado e industrioso. Reconocido  mundialmente por sus cárnicos, específicamente por su jamón de cerdo pata negra, nutrido con bellotas, criado en un amplio campo en verdes dehesas (un bosque claro de encinas, alcornoques u otras especies, con estrato inferior de pastizales o matorrales) con libertad y cuidado.












La ruta del jamón,  comienza en las dehesas entre cerros y montes de Huelva, hace parada en Aracena y termina espectacularmente en Jabugo.

La sierra de Aracena, es un parque natural declarado por la Unesco: "Reserva de la Biosfera".










Jabugo es un pueblo pequeño, (2400 habitantes), modesto y tranquilo, pero muy famoso gracias a su estrella porcina.


 




Una marca en especial destaca; para muchos españoles, es un tesoro nacional: La 5 jotas. "JJJJJ". La catedral del jamón.




La estrella de la fábrica, es el jamón ibérico del cerdo de pezuña negra y orejas gachas, alimentado con bellotas. Su carne, es preparada con especial cuidado y tradición, obligando  incluso a la denominación de origen. El degustarle, es como ir al cielo; su sabor y textura, te llevan a un paraíso de sabores, como ninguna otra carne fría.

Su sabor sofisticado, otorga licencia para maridarle con vinos caprichosos y refinados: Juntos, son el cielo.

En las dehesas, la temporada de bellota empieza a principios de Noviembre y no termina, hasta el mes de marzo. En estos cuatro meses, los cochinos engordan 70 kilos, pasando de los noventa kilos a los ciento sesenta. Todo con especial cuidado por el porquero.






Las orejas gachas, la pezuña negra y la caña fina, constituyen las señas de identidad de este exquisito cerdo ibérico. La amplitud de la dehesa le concede una libertad, que invita al cerdo a caminar 14  kilómetros al día.





La vida de este cerdo es corta, pero buena. Pasta en las dehesas de la sierra de Aracena, al norte de la provincia de Huelva, en un ecosistema ancestral de encinas, alcornoques, robles y quejigos; cuyo fruto es la bellota, que es el ingrediente mágico que incide en ese sabor celestial y ya ahora,  un verdadero lujo.






  Para que un cerdo engorde un kilo, debe de comer 14 kilos de bellotas. Esa ingesta intensa de bellota, le otorga a la carne del cerdo, un alto contenido de acido oleico, cuyos beneficios son contundentes:  como antioxidante de primera y por su exquisito sabor.








El quinto sabor (umami), potencialisa delicioso, la carne del cerdo, y su sello extravagente, es la aromatizada y frugal bellota. La textura de marmoleadas betas en su carne, han impulsado a que "el rebanar el jamón", sea un oficio de culto, tradición y ahora, muy bien remunerado.







El jabugo es una tradición cárnica en España; de hecho,  se relata que Cristóbal Colón, recopiló carnes del pueblo de Jabugo para llevárselos a su travesía. 

La salación con sal de mar, es un punto crucial en el delicado y lento proceso de elaboración artesanal de las paletas y los jamones.
Sólo controlando este arte a la perfección cada pieza obtendrá su punto justo de sabor.   





    



El proceso de maduración en bodegas, es un lento proceso, convertido en arte.






Jamón de Jabugo, sin duda alguna: el jamón más rico del mundo. Y muy cerca de ser,  uno de los platillos más exquisitos del planeta. 

Sibaritis.com

Sitio recomendado, el magazine de 5 jotas : http://cincojotas.com/themagazine/




Rapsodia Gourmet

Sardinas asadas a las brasas


Todos los veranos íbamos a Bretaña. Mis abuelos cuya situación económica había mejorado recientemente, alquilaban en la costa, en fin de temporada, unas casas grandes en las que se reunía toda la familia.

A la una, cuando regresábamos de bañarnos en el mar, donde nos habíamos entregado distraídamente, esperando impacientes que llegara la hora del almuerzo, ya desde antes de doblar la esquina olisquéabamos en el aire el celestial aroma. Habría podido llorar de felicidad.

Las sardinas asadas llenaban todo el barrio con su olor a mar y a brasas. Un espeso humo gris se elevaba sobre las tuyas que cercaban el jardín. Los hombres de las casas vecinas habían venido a ayudar a mi abuelo. Sobre unas enormes rejillas los pececitos plateados se asaban ya al viento de mediodía. Se reía, se charlaba, se descorchaban botellas de vino blanco seco bien frío, los hombres se sentaban por fin, y las mujeres salían de la cocina con sus pilas de platos inmaculados.

Sardinas asadas en las brasas, en la playa.

Este es un texto tomado de la novela "Rapsodia Gourmet" de Muriel Barbery,  en la que relata un recuento de los recuerdos de un importante crítico culinario, el más importante del mundo, quien está a punto de morir y hace un recorrido mental, tratando de recordar ¿Cual fue el platillo que le hizo más feliz?

Todo lo de Muriel Barbery es estimable, sobre todo la elegancia del erizo, su novela más famosa.

Muriel en rapsodia gourmet, nos convida su diletante sensibilidad, en un viaje maravilloso de placeres culinarios. Recomendable.